FUNDAMENTOS NUTRICIONALES
En la era previa a la agricultura, los humanos eran la única especie de primates capaz de mantenerse y prosperar con una dieta completamente carnívora.
Cuando hablamos de omnivoría, nos referimos a la capacidad de obtener energía desde distintos niveles tróficos, es decir, a partir de animales y de plantas. Se suele decir que el ser humano es omnívoro y que, por eso, tiene una gran flexibilidad a la hora de elegir qué comer. Pero ojo: que tengamos la capacidad de sobrevivir puntualmente sustituyendo alimentos de origen animal por vegetales cuando el entorno lo exige, no significa que esa fuera ni de lejos nuestra opción alimentaria principal.
En la naturaleza, las especies omnívoras rara vez están adaptadas para nutrirse de manera equilibrada de dos fuentes tan distintas. Un ejemplo claro son los chimpancés: sí, son omnívoros porque de vez en cuando comen carne. Pero su organismo no está preparado para sustituir la falta de frutas con un exceso de carne. No podrían sobrevivir solo con ella. Están diseñados para lo que están diseñados: vivir en los árboles y digerir frutos y brotes.
Lo mismo pasa con los lobos: en verano o en otoño pueden devorar bayas como si fueran caramelos, pero su fisiología está hecha para la caza. Son carnívoros especializados que, en momentos puntuales, pueden comportarse como omnívoros.
Ahora bien, ¿qué ocurre si nos fijamos en los cazadores-recolectores modernos? El rendimiento energético que obtenían de la caza era decenas de veces superior al de recolectar plantas. Y en el pasado, la diferencia era aún más brutal, porque había más abundancia de animales grandes y menos disponibilidad de plantas comestibles.
Si trasladamos esto a un ejemplo sencillo: un humano en la era preagrícola que quisiera “llenar la cesta del súper” con plantas en lugar de carne, tendría que invertir diez veces más energía recolectando y comiendo vegetales que cazando animales. Imposible competir.
Por eso no sorprende que, entre los mamíferos, la mayoría de los llamados omnívoros en realidad estén especializados, obteniendo más del 70% de su dieta ya sea de animales o de plantas, pero no de ambos por igual.